sábado, 14 de abril de 2018

Control de esfínteres

SEÑO MARÍA : 

El control de esfínteres

El control de esfínteres no se aprende. Se adquiere cuando el niño está maduro para ello. Caminar, hablar, comer, son funciones que se adquieren, cuando los niños están lo suficientemente maduros. Son adquisiciones paulatinas, lentas, que llevan mucho tiempo.
Aunque la estimulación puede influir en algunos niños, lo cierto es que todos intentarán caminar alrededor del año, comer alrededor de los 6 meses, y controlar esfínteres entre los 2 1/2 y 3 años. No hay ningún apuro, puesto que la edad para comenzar a hacer todas estas cosas, no tiene relación alguna con el desempeño posterior en la vida adulta, y a nadie le van a preguntar en la universidad, a qué edad aprendió a caminar. Los adultos deberíamos preguntarnos qué nos pasa que estamos tan apurados por conseguir logros en nuestros hijos.
Al haber fijado como "normal" la edad de 2 años para el control de esfínteres, nos hemos creado un problema y sobre todo, se lo hemos creado a nuestros hijos.
Bien entrada la segunda mitad del segundo año de vida (o sea, después del año y medio), algunos bebés pueden empezar a darse cuenta cuando tienen sucio el pañal, e incluso a saber cuando "se lo están haciendo". Este es un lento proceso que puede llevar alrededor de 2 años más, desembocando en el control de esfínteres.
De día y de noche
El control nocturno merece un capítulo aparte. Aunque un niño controle esfínteres durante el día, pueden pasar aún muchos meses más hasta poder hacerlo por la noche. Usualmente se dice que luego de varias noches con el pañal seco, el bebé está listo para dormir sin él.
A la hora de pensar en esto, es importante tener en cuenta que:

* El niño debe estar de acuerdo y saber exactamente qué está ocurriendo, qué se espera de él ("como hace varias noches que no mojas el pañal, ¿te gustaría probar dormir sin él? Te pondré un plástico debajo de la sábana para que no te preocupes si te haces pis, y probaremos. Si no quieres, probamos más adelante")

* Como todo proceso, el control de esfínteres no es algo lineal, sino que habrá muchos avances y retrocesos. Esto es parte de lo esperable, y lo más importante es que nuestros hijos sepan que los acompañamos en este proceso y lo esperaremos todo lo que haga falta.

* En cualquier orden de la vida, el reforzamiento positivo es beneficioso ("qué bien lo hiciste, estoy orgullosa de ti", "casi llegamos al baño esta vez, la próxima será mejor aún"). Bajo ningún concepto es aceptable que retemos al niño, que lo humillemos, que lo ridiculicemos o comparemos con otros amigos o hermanos que ya han logrado el control de esfínteres. Recordemos que no hay nada que él pueda hacer para controlar. No depende de que se acuerde, de que esté atento, ni de nada de eso. Se debe estar maduro para eso, y humillarlos o pretender acelerar el proceso es tan ridículo e infructuoso como gritarle a una oruga pretendiendo que se convierta en mariposa.

Dobles mensajes
Una pregunta muy frecuente en las mamás que consultan, es que temen darle un doble mensaje a su hijo si le vuelven a poner el pañal una vez que se lo han quitado. Siempre se puede volver atrás. Los papás consultan atemorizados porque su hijo se ha vuelto "regresivo". No se puede hablar de regresión en un niño de 2 ó 3 años, porque no se puede regresionar a un lugar del que nunca se ha salido.
Otra preocupación muy común es la de los mensajes contradictorios. Personalmente creo que damos tantos mensajes contradictorios a nuestros hijos todo el tiempo, que en el peor de los casos, este sería uno más. Pero no lo es. El único mensaje debiera ser "Te acompaño, y si ayer pudiste estar sin pañal y hoy lo necesitas, te lo pondré". Los chicos tienen cosas mucho más interesantes que hacer a esta edad, antes que estar todo el día preocupados en sus pises y cacas.


UN SALUDO.

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